En 2022 la startup gallega HACK A BOSS lanzaba su Bootcamp de Data Science, una formación intensiva de 16 semanas que antes de cumplir su primer año en el mercado, evolucionó a un programa de Data Science & Inteligencia Artificial.
Tras realizar varias campañas exitosas copy based enfocadas en la parte de datos, el equipo de marketing decidió replantear el mensaje hacia la Inteligencia Artificial, debido al revuelo causado por la aparición de herramientas mediáticas como ChatGPT.
Inspirados en algunas mal llamadas “chapuzas gallegas”, recogidas por la periodista Olalla Sánchez en La Voz de Galicia, y por múltiples lifehacks que destilan ingenio humano, plantearon el mensaje clave de la campaña: Sin inteligencia natural no hay inteligencia artificial.
En lugar de presentarlos como conceptos opuestos, exponen la realidad: la Inteligencia Artificial no llegó para quitar puestos de trabajo, lo contrario, para crearlos. Sin el factor humano, la cabeza de la máquina no es nada.
Avatares en las oficinas, carne sintética en nuestras mesas y mascotas tratadas como hijos en un mundo hipertecnológico donde muchas de las actividades y empleos de hoy habrán desaparecido. Estas son algunas de las conclusiones de “En 2050”, el informe realizado por el observatorio social y cultural de la agencia BAP&Conde que ofrece una radiografía “distópica” sobre qué piensa la población española respecto al futuro que le espera a través de una encuesta online realizada a más de 500 personas.
“La distopía ha vuelto a nuestras conversaciones. ¿La Inteligencia Artificial es una amenaza o una oportunidad? En el sector la hemos integrado en nuestros procesos, pero nosotros quisimos preguntar a la gente sobre el impacto que estos y otros avances tecnológicos y cambios sociales pueden tener en nuestra vida cotidiana”, señala Miguel Conde-Lobato, fundador y director creativo de la agencia BAP&Conde,
El obserBAPtorio -un mirador permanente de nuestra cultura creado por la agencia para observar comportamientos, actitudes, tendencias y cambios en la población- identifica posibles escenarios que serían factibles en 2050, y revela datos sorprendentes.
Así mientras que siete de cada diez personas consultadas (el 68,1%) cree que su trabajo no existirá ese año, el 60,3 % piensa que podrá enviar a su avatar a las reuniones y el 66,4% que la carne pasará a la historia porque, dentro de 27 años, en los menús triunfarán los chuletones de laboratorio.
En la encuesta se formulan a los consultados las mismas cuestiones relativas a áreas como biotecnología, vida animal, relaciones personales, energía, alimentación, inteligencia artificial, cultura digital, ciudades, empleo, política o espacio exterior bajo dos premisas diferentes ¿Te gustaría que pasara de verdad? y ¿Te parece probable que esto ocurra de verdad? o lo que es lo mismo, lo que ve probable y deseable.
Adiós, Fran. Hola, Inteligencia Artificial
Así, la gran mayoría de las personas consultadas cree que algunos empleos, como los relacionados con los departamentos de contabilidad y administración, tienen los días contados: el 78% considera probable, por ejemplo, que “Fran, el de contabilidad, será sustituido por el último modelo de Inteligencia Artificial”. Es más, el 41,5% está a favor de que la IA lo sustituya ya que confiesa que lo ve “deseable”.
“La encuesta pone de manifiesto una serie de escenarios que no sólo nos parecen probables, sino también deseables, y en este apartado sí hay resultados sorprendentes, especialmente en ámbitos relacionados con el empleo”, explica Cristina Varela, directora del estudio.
La investigadora explica que 4 de cada 10 personas desean que algunos puestos de trabajo sean sustituidos por Inteligencias Artificiales e incluso que su propio trabajo deje de existir en el futuro (así lo piensan casi 3 de cada 10). Asimismo, 1 de cada 5 afirman que imprimirían en 3D la comida, implantarían un microchip a sus nietos (más de la mitad ya lo cree probable para 2050) y votarían a un gobierno liderado por Inteligencias Artificiales.
En este escenario de lo que nos gustaría que sucediera en 2050, 1 de cada 2 personas enviarían a su avatar a las reuniones (6 de cada 10 lo creen probable), a un 45% les gustaría que hubiese un Club de la Comedia de IAs y 1 de cada 4 no tendría reparo en mudarse a Marte, el mismo resultado se obtuvo a la pregunta de si tendrían perrhijos.
Por otra parte, al 30%, comer chuletones de laboratorio les parecería bien y casi 7 de cada 10, aunque no lo desea, da por hecho que la comida sintética será habitual.
En este sentido, los jóvenes son los más convencidos (el 74% lo ve probable y a un 43% le gustaría que pasara de verdad), mientras solo al 16,9% de los mayores de 50 años les gustaría comer chuletones o ensaladas de laboratorio.
¿Resucitar mamuts?
Resucitar mamuts o tener una minicentral nuclear en casa, dos de los escenarios más radicales de los planteados, le parece buena idea a 3 de cada 10, la misma cifra de quienes están convencidos de que ambas cosas puede ser una realidad en menos de tres décadas.
La encuesta, elaborada a través el panel del ObserBAPtorio con la participación de 515 personas en toda España, recoge opiniones de gente de ambos sexos, jóvenes y mayores.
“Lanzamos la encuesta en el ámbito nacional para tener una visión representativa de la sociedad española y su diversidad, y planteamos escenarios extremos para conseguir respuestas más viscerales y tener una idea más clara de cómo es el futuro que esperamos como sociedad”, explicó Cristina Varela en la presentación del informe.
La “era del crédulo”
Miguel Conde-Lobato añadió que en la consulta “todos los escenarios que planteamos parecen posibles y muchos son deseables para los encuestados, a pesar de lo extremo de algunos de ellos, como si estuviésemos en una “era del crédulo” en la que aceptamos sin discutir y sin reparar en las consecuencias todo lo que huele a futuro”.
En su informe comparten otras reflexiones derivadas de este obserBAPtorio. La hiperemocionalización de la sociedad, la vuelta de los milagros, la trabajofobia o la todofilia que nos convierte a todos en seres con personalidad múltiple, son algunas de ellas.
Conversaciones con ChatGPT
El chatbot de Inteligencia Artificial desarrollado por OpenAI también participó en el obserBAPtorio. “Conversamos con él para para conocer su “visión” sobre la viabilidad de estos escenarios en el 2050 y compararla con la de la sociedad, indica Cristina Varela.
“Si comparamos las respuestas de las personas encuestadas con las de ChatGPT, los humanos somos mucho más audaces (o temerarios), mientras la Inteligencia Artificial parece programada para la sensatez y la diplomacia, para dar la respuesta perfecta”, añade.