El pasado 22 de febrero de 2025, AGPI – Asociación Galega de Profesionais da Ilustración – comunicó con profunda tristeza el fallecimiento de Jaime Asensi, un destacado ilustrador, diseñador gráfico y autor de cómic que dejó una huella imborrable en el panorama artístico. Aunque en sus últimos años Jaime no era socio activo de la asociación si que forma parte en el pasado de la junta directiva de la asociación, su legado y compromiso con el mundo de la ilustración se mantuvieron vivos, recordándose con cariño y respeto por todos quienes tuvieron la fortuna de compartir parte de su trayectoria.

Originario de Vilagarcía de Arousa y nacido en 1957, Jaime Asensi comenzó su andadura profesional en la década de los ochenta. Su versatilidad artística se evidenció a lo largo de los años, pasando por la ilustración, el diseño gráfico y la autoría en cómics. Entre sus trabajos más reconocidos destaca la publicación de Ubu rey en 2004, una audaz adaptación en banda deseñada de la polémica obra teatral de Alfred Jarry, editada por Edicions de Ponent. Asimismo, colaboró en otros proyectos literarios y editoriales, dando vida visual a obras como Vanesa non quere ser princesa de Xosé Antonio Perozo y Tom e Mix, os cabalos de Clara de Francisco López-Barxas, entre otros.
Jaime Asensi no solo destacó por su talento en la adaptación de obras a la narrativa gráfica, sino también por su constante experimentación y contribución a diversos géneros artísticos. Su implicación en proyectos tan variados como la adaptación a banda deseñada de la obra Pic-nic de Fernando Arrabal en 2010, o su participación en proyectos colaborativos con distintas editoriales, evidencia una carrera marcada por la innovación y la pasión por contar historias a través de la imagen.
A lo largo de su trayectoria, su compromiso con la cultura y la ilustración fue reconocido tanto por sus colegas como por los públicos que siempre esperaron con entusiasmo cada uno de sus nuevos proyectos. Su paso por AGPI, en donde formó parte de la directiva en varias ocasiones durante los primeros años de la asociación, dejó una impronta imborrable y un recuerdo afectuoso en la comunidad.