“¿Se puede vivir en una tierra de pastos, la piel de nuestro paisaje, y no conocer su sabor?”Esta es una de las preguntas que se plantea la vaca de Larsa, protagonista de la nueva campaña de BAP&Conde para la marca.
Bajo el lema “Pastar o no pastar, esa es la cuestión”, la campaña, que ya se puede ver en vallas, mupis, buses, en TV y online,ensalza la Galicia tradicional a través del cuidado por el paisaje y el respeto al producto y el bienestar animal. Y lo hace a través de una bella historia, sensorial y emotiva.
La agencia de Miguel Conde se inspira en el Hamlet de William Shakespeare para involucrar al consumidor en el dilema entre elegir o no leche de pastoreo. El resultado es una campaña singular donde la pieza principal es un spot que traslada al espectador a los pastos gallegos a través de los ojos de una vaca.
El ADN de la marca
“El pastoreo está en el ADN de Larsa, no en vano ha sido la primera marca en ser certificada como leche de pastoreo”, explican desde BAP&Conde. “Teníamos que hacerlo relevante para el consumidor y nos inspiramos en Shakespeare para plantearle esa reflexión, para que entienda las diferencias y empatice con el pastoreo”, apuntan en el equipo creativo.
De este modo, tras una lectura emocional de las diferencias entre los dos tipos de leche –sabor, naturalidad, respeto al producto y al paisaje- la agencia desarrolla una estrategia donde el reto consiste en hacer relevantes estas diferencias para el comprador. “Porque todo lo que es de verdad acaba ganando. Yo elijo pastar”, finaliza el anuncio.
Ficha Técnica
Agencia: BAP&Conde
Anunciante: LARSA
Producto: Alimentación – Lácteos
Título: Pastar o no pastar
Equipo cliente: Juan Povedano, Sara Díez, Ana Rodríguez
Dirección Creativa: Miguel Conde
Supervisión Creativa: Rubén Pantín, Raquel Quintana
Dirección de arte: Rocío Álvarez
Redacción: Miguel Conde, Raquel Quintana
Equipo de Cuentas: Ana Belén Vázquez, Miguel López
Planificación Estratégica: Cristina Varela
Realizador: Miguel Conde
Producer: Raquel Martínez
Dirección de fotografía: Gema Briones
Fotografía: Emilio Montero