Hoy os presentamos un trabajo de Astrágalo Studio, un logotipo que no existe en la realidad, pero sí en la ficción. Son ellos mismos quiénes nos cuentan el proyecto:
Un producto 100% gallego para el resto de España. “Vivir sin permiso” se ha convertido en la gran apuesta de telecinco, para llevar a todos los hogares la historia de un todo poderoso narcotraficante que usa la empresa familiar como tapadera de otro tipo de negocios menos lícitos. La productora Artífice de esta historia para Mediaset España es Ficción Producciones que ha confiado en la agencia creativa Astrágalo Studio para todo el desarrollo de la identidad Visual de OPEN SEA, la empresa tapadera de Nemo Bandeira.
La petición era conseguir una identidad que representase a un gran grupo empresarial de transporte marítimo; pero en la que se atisbase un toque oscuro, tenebroso que dejase entrever la doble cara de su dueño, el despiadado Nemo Bandeira, interpretado por José Coronado.
Nos pusimos a trabajar con el equipo de Ficción Producciones como si fuese un encargo de una empresa real, necesitábamos definir con ellos, valores de marca, quién estaba detrás de esta empresa, quién sería su competencia, qué colores deberían evitarse… en fin, todo lo que implica un brief no solo para entender a dónde tenemos que llegar y qué se quiere transmitir, si no también tener los datos necesarios para poder hacer un Benchmarking que nos ayudase a posicionarla con un valor diferencial al resto.
Una vez hecho el análisis y definida la estrategia comenzamos a desgranar todo y a quedarnos con lo importante, con eso que creíamos que debía estar sí o sí y si debía ser un imagotipo, un logo o un iso.
Teníamos claro que tenía que ser sencilla, transparente, personal, y consistente, ya que era la única manera de encontrar algo reconocible y perdurable. Nunca fue una empresa de una serie, para nosotros siempre fue una empresa que iba a existir.
Teníamos que transmitir solidez, por ser un gran grupo empresarial; rapidez y desequilibrio, ya que transportaban mercancías; no podíamos perder el mar ya que era el medio de transporte… y así se comenzó a gestar el lo que es hoy OPEN SEA.
En el que se usa una forma muy sólida, estable, simétrica y equilibrada como es un cuadrado; pero de aristas angulosas para transmitir una sensación mucho más agresiva y menos naif y amable. Si lo rotábamos 90º tendríamos una figura romboide que transmitía mucho desequilibrio y podría representar los cuatro puntos cardinales básicos en cualquier sistema de orientación. Al encerrarlo dentro de un círculo teníamos el diámetro que nos trazaría la línea del horizonte pudiendo dejar un cielo negro, oscuro, de una trama latente amenazante que viene hacia nosotros. Con la misma figura base, escalada proporcionalmente a su corte, tendríamos la proa de un gran buque avanzado a toda máquina hacia nosotros, y debajo con vaciados podríamos obtener el efecto de las olas que transmiten la velocidad del barco surcando el mar. Estos cortes nos ayudan también a crear una flecha de dirección que termina de reforzar el efecto de avance del barco, la velocidad con la que se dirige al punto de destino para el reparto de su mercancía, señalando la dirección que lleva.
Las olas son perfectamente simétricas, encajando las unas en las otras para permitirnos mantener solidez dentro del desequilibrio.
El logo teníamos claro que tenía que estar creado por una tipografía de palo seco o etrusca, ya no solo porque son muy legibles tanto para impresión como para pantallas si no porque nos permitían transmitir un aire moderno y actual de la empresa, seguridad, minimalismo y neutralidad emocional.
“World Group” nos parecía que era lo que terminaba de darle ese toque de multinacional, de una gran empresa que opera por todo el mundo.